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La piñata mexicana y sus orígenes.

Se dice que romper una piñata es romper con los pecados capitales, las vanidades y las tentaciones y así, ganar una recompensa...




El gran viajero veneciano Marco Polo, escribió en su célebre obra conocida como El libro de las maravillas, que en su estancia en China fue testigo de festividades del año nuevo en que se utilizaban piñatas. A raíz de este relato, las piñatas comenzaron a ser fabricadas y utilizadas en las festividades de la cuaresma, en Italia.

Imagen: Marco Polo, viajero veneciano.


Aunque de acuerdo con algunas fuentes, en diversas festividades religiosas de los pueblos azteca y maya, existía la tradición de romper con un palo una olla llena de semillas de cacao. Lo cual se asemeja mucho a nuestra tradición de la piñata.

Imagen: Interpretación musical azteca. Imagen del Códice Florentino.


Por otra parte, sabemos, qué en el lejano año de 1223, el célebre fraile Francisco de Asís, decidió conmemorar el nacimiento de Jesucristo, en una pequeña cueva de Greccio, en Italia. Para ello creó en este lugar una escenografía, con el pesebre, la mula y el buey, y representó con los fieles del lugar a María, José y los personajes que protagonizaron esta escena histórico-religiosa, creando de esta manera una de las primeras tradiciones de la celebración navideña, que más tarde sería el origen de los nacimientos y las posadas.

Imagen: Belén de Greccio. Obra de Giotto. 1295-1299.


De acuerdo con diversas fuentes históricas, en 1586 los frailes agustinos del poblado de Acolman, cercano a Teotihuacán, recibieron la autorización del papa Sixto V para celebrar “misas de aguinaldo” en la época navideña. Con el tiempo estas misas se convirtieron en posadas, que representaban la peregrinación de José y María cuando buscaban un refugio en el que pudiera nacer Jesucristo.

Imagen: Escultura que representa a fray Diego de Soria, a quien se atribuye la introducción de la tradición de la piñata en Acolman.


Los agustinos agregaron a esta conmemoración la tradición de romper una olla de barro cubierta con cartón y papel y con siete picos. Los siete picos representaban a los pecados capitales, por ello los participantes la golpearían hasta destruirla y recibirían las golosinas que había en su interior, que a su vez representaban a las riquezas del cielo.

De tal manera que el simbolismo de romper a la piñata es el de vencer al pecado y recibir, en recompensa, las riquezas del cielo.

Imagen: Rompiendo la piñata en Acolman. Pintura.


En un principio, las posadas, con sus piñatas, se llevaban a cabo en los atrios de las iglesias, pero más tarde se trasladaron a la calle, convirtiéndose en una fiesta auténticamente popular.

De acuerdo con un testimonio de la época colonial, “las calles se llenaban entonces de mucha gente, que con gran bullicio se formaba en procesiones. Había profusión de luces, tanto desde las ventanas de las casas, como con las velas que llevaban cada uno de los participantes”.

Imagen: Posada mexicana. Obra de Diego Rivera.


“Todos cantaban y bailaban, pero en el momento preciso se arrodillaban y rezaban”. De esa manera, lo religioso y lo profano se fusionaron en una original mezcla de devoción y diversión, que hizo de las posadas mexicanas algo muy bello y único en el mundo”.

Imagen: Posada. Pintura de Teodoro Cano.



A fines de la época colonial, las autoridades de la Iglesia, preocupadas por el hecho de que la fiesta de la piñata se había convertido en una celebración profana, en la que se cantaban versos llenos de picardía, decidió prohibir estas celebraciones.

Como era de esperarse, la prohibición no fue atendida por la mayor parte de la población, por lo que la Iglesia terminó por retractarse.

Imagen: Saliendo de misa. Fotografía.


Una tradición mexicana ligada con las piñatas, es la creación y la quema de Judas en Semana Santa. Estas figuras son realizadas en forma similar a las piñatas, es decir, con cartón y papel. Y en este caso representan al apóstol Judas Iscariote, quien traicionó a Jesucristo, entregándolo a los soldados romanos para que lo crucificaran.

Es por ellos que en la fiesta de Semana Santa los fieles queman a las figuras de Judas, como castigo por esta traición.

Imagen: Figura de Judas que representa a Donald Trump y otros personajes.


Los pobladores de Acolman organizan cada año la Feria de la Piñata, en la cual se lleva a cabo un concurso de piñatas producidas por distintos pueblos y comunidades y se presentan espectáculos musicales y bailes, en tanto que los asistentes a la Feria participan en la celebración de una posada navideña.

Como podemos apreciar, la fiesta de la piñata constituye una de las tradiciones más arraigadas y vitales de nuestra cultura mexicana.

Imagen: Feria de la Piñata en Acolman, Estado de México.



Te recomendamos ver el video disponible en youtube:

La piñata. Producido por Clío, historia para todos.









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