La basílica de Guadalupe, ubicada a unos kilómetros al norte del Centro Histórico de la Ciudad de México, encierra una de las historias más conmovedoras y sorprendentes del pasado de nuestro país.
Su construcción tiene como origen una tradición religiosa de la Nueva España: la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac el 12 de diciembre de 1531. De acuerdo con esta tradición, la Virgen pidió a Juan Diego que erigiera una capilla para honrarla.
Fue edificada unos años más tarde en lo alto del cerro, iniciándose entonces la costumbre de los fieles de visitar el sitio del milagro guadalupano.
Imagen: Esculturas en la ladera poniente del cerro del Tepeyac.
Pasaron los años y el culto a la Virgen de Guadalupe se extendió a todos los confines de la Nueva España, cuyos pobladores, fueran estos indios, negros, criollos, mestizos o mulatos, eran devotos de la virgen morena. Esto motivó a la Iglesia de la Nueva España a erigir una gran basílica, al pie del cerro, la que fue inaugurada en 1709.
Imagen: La Gran Basílica.
Años después se construyó la Capilla del Cerrito, que fue inaugurada en 1740.
Llegó a ser tan importante el culto a la Virgen que a mediados del siglo XVIII el Vaticano la reconoció como la Patrona de la Nueva España, dado que la inmensa mayoría de sus habitantes eran devotos de ella.
Imagen: Capilla del Cerrito.
Al estallar la guerra de Independencia, el cura Hidalgo tomó un óleo de la virgen morena, portándolo como el estandarte que representaba a su causa.
Con el tiempo, la Basílica de Guadalupe se convirtió en el destino de millones de peregrinos provenientes de todos los estados del país y de los países católicos del mundo, que acuden para conocer el ayate de Juan Diego en el que quedó estampada la milagrosa figura de la Virgen.
Imagen: Estandarte de Miguel Hidalgo.
Ante la masividad de esta celebración y tomando en cuenta el limitado espacio de la antigua basílica, el gobierno mexicano y las autoridades religiosas decidieron erigir una moderna basílica, que sería inaugurada en 1975.
Hoy en día la basílica es visitada por cerca de 9 millones de fieles en el mes de diciembre, quienes acuden a rendir culto a la Virgen en su aniversario.
Imagen: Peregrinos en la Basílica de Guadalupe.
El significado de la Virgen.
Para la mayoría de los habitantes de nuestro país, la Virgen de Guadalupe es mucho más que una figura religiosa. La virgen morena es el reflejo mismo de nuestra identidad india y mestiza, y representa a la madre mexicana, siempre abnegada, capaz de cualquier sacrificio por sus hijos. La virgen representa, además, el consuelo amoroso que hace la vida de los pobres y los que sufren, mucho más llevadera, ofreciéndoles en cambio algo de mucho valor: la esperanza.
Imagen: La virgen de Guadalupe.
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