Elvia Carillo Puerto fue una lideresa feminista, política y sufragista mexicana, elegida diputada en 1923, se convirtió en una de las tres primeras mujeres elegidas para formar parte de un cuerpo legislativo en México. Luchadora incansable de los derechos de la mujer, luchó hasta conseguir el derecho al voto de la mujer en 1953.
Hoy en día, en pleno siglo XXI, el derecho al voto por parte de la mujer, es una realidad en la mayor parte e los países del mundo. Toda vez que las constituciones de estos países establecen los derechos ciudadanos para todos los habitantes que tengan la mayoría de edad.
Tan es así, que cuesta trabajo creer que, apenas hace algunas décadas, había bastantes países en que las mujeres no eran consideradas como ciudadanas con plenos derechos, los cuales estaban reservados para la población masculina.
Imagen: El Palacio del Ayuntamiento de la Ciudad de México. Litografía. Siglo XIX.
Como ejemplo podemos mencionar el caso de los Estados Unidos, que al lograr su Independencia respecto de Inglaterra, establecieron un sistema republicano, en el que los ciudadanos tenían el derecho de elegir a sus gobernantes.
Sin embargo, desde este primer momento las mujeres fueron excluidas de la calidad de ciudadanas con plenos derechos, por lo que no podían expresar su voluntad en las urnas o bien ocupar cualquier tipo de cargo público en el gobierno..
Imagen: Firma de la Independencia de los Estados Unidos el 4 de julio de 1776.
Lo mismo sucedió cuando surgieron los países latinoamericanos, tras lograr su Independencia con respecto a España y establecerse como repúblicas democráticas, como en el caso de Argentina, Chile, Perú, Bolivia y México. En todos ellos, las mujeres no alcanzaron la calidad de ciudadanas, por lo que no podían tomar parte en la vida política, ni como ciudadanas con derecho a voto y mucho menos tenían la posibilidad de ser electas por los votantes para puestos de representación popular.
Así, quedaba claro que las mujeres en el mundo tendrían que librar una ardua lucha antes de lograr sus derechos ciudadanos, en un mundo dominado por el género masculino..
Imagen: Simón Bolívar y su alto mando en la Batalla de Junín, Perú, 1824.
Es importante mencionar que, desde la primera mitad del siglo XIX, grupos de mujeres luchaban en diversos países por lograr el reconocimiento a su derecho a votar.
Pero no sería hasta el fin de aquel siglo que el gobierno de un país concedió el derecho de la mujer al voto. Se trata de Nueva Zelanda, cuyo gobierno acordó en 1893, conceder el derecho al voto femenino, sin restricciones.
Imagen: Mujeres manifestándose en Nueva Zelanda por el voto femenino.
En los primeros años del siglo XX, fueron las mujeres de Finlandia las que vieron coronada su lucha al establecerse su derecho al voto. Le siguieron, algunos años después, Suecia Y Noruega.
Tras la revolución rusa, en 1917 el gobierno provisional concedió a las mujeres su derecho al voto. En tanto que en los Estados Unidos el Congreso aprobó una enmienda en 1920 garantizando el voto para la mujer.
Imagen: Las primeras mujeres ejerciendo su voto en Nueva Zelanda en 1906.
Las mujeres mexicanas también participaron de esta lucha por lograr sus más elementales derechos ciudadanos. Curiosamente fue Yucatán el primer estado en que se permitió el voto femenino, en virtud de la iniciativa de una activista de los derechos de la mujer, Elvia Carrillo Puerto, hermana del entonces gobernador Felipe Carrillo Puerto.
Es así que en 1922, contando con la anuencia de dicho gobernador, las mujeres yucatecas participaron por primera vez en una elección política. En esa contienda participaron como candidatas Elvia y otras activistas, obteniendo una regiduría en Mérida y tres diputaciones locales.
Imagen: Mujeres ejerciendo el voto en México.
Sin embargo, para lograr el voto de la mujer yucateca, no se reformó la Constitución del Estado, por lo cual, al año siguiente, al ser derrocado y muerto el gobernador Carrillo Puerto por una rebelión armada, el gobernador que lo sucedió en el cargo desconoció el derecho de la mujer yucateca al voto.
Imagen: Elvia Carrillo Puerto. Fotografía.
No obstante, el trágico fin que tuvo el gobernador Felipe Carrillo Puerto, y el hecho de que se haya cancelado el voto femenino, Elvia continuó trabajando por esta causa. Para ello presentó nuevas iniciativas al Congreso mexicano solicitando el voto femenino, que le fueron denegadas. Hasta que en 1947, en el periodo del presidente Miguel Alemán, se aceptó el voto femenino en las elecciones presidenciales.
Imagen: Elvia Carrillo Puerto. Pintura.
Y, por último, en 1953, ante la presión ejercido por diversas organizaciones de mujeres, el presidente Ruiz Cortines decretó que las mujeres podían votar y ser votadas para cargos de elección popular.
Lentamente, la sociedad mexicana comenzó a progresar en cuanto a los derechos de la mujer y la equidad de género. En 1954 fueron electas las primeras diputadas al Congreso y en 1979, la primera gobernadora: Griselda Álvarez, por el Estado de Colima.
Imagen: Participación femenina en elecciones en México, en los años 50.
Hoy en día, asistimos a uno de los momentos más positivos en lo que se refiere al logro de la igualdad de género. Baste mencionar, a manera de ejemplo, que la Cámara de Diputados federal se encuentra compuesta por un 50% de mujeres y que en la Universidad Nacional Autónoma de México, más de la mitad de la población estudiantil se encuentra compuesta por mujeres.
Imagen: Grupo de estudiantes en Ciudad Universitaria.
Te recomendamos leer:
El artículo de Gabriela Cano, “Sufragio femenino en el México Posrevolucionario”, que forma parte del libro La revolución de las mujeres en México, publicado por el Instituto de Estudios Históricos de las revoluciones de México.
Y te recomendamos que veas el documental:
Documental del Canal 22 Historia del sufragio femenino en México. Disponible en Youtube.
