Coyoacán

En agosto de 1521, unos días después de la conquista de Tenochtitlan, don Hernando Cortés llegó al poblado indígena de Coyoacán, quedando maravillado por la belleza de su paisaje, por sus abundantes ojos de agua, huertos y sembradíos, por sus flores multicolores y, claro está, por sus innovadoras chinampas. Por ello, y por su posición estratégica en la geografía del Valle de México, Cortés eligió a Coyoacán para establecer la capital de la Nueva España de manera provisional, mientras se preparaba la ciudad de México para albergar a dicha capital. Fue aquí donde se fundó el primer ayuntamiento del interior del territorio de la Nueva España y donde se llevó a cabo la planeación de la Ciudad de México.

Coyoacán es una palabra náhuatl que significa “lugar dónde hay coyotes” . En esta población, los frailes dominicos establecieron el Templo y convento de San Juan Bautista, enclaves de la evangelización de los indios del sur del Valle de México. Imagen: Interior del Templo de San Juan Bautista en Coyoacán

Al consumarse la Independencia de México, Coyoacán figuraba como un atractivo y pintoresco pueblo cercano a la capital. El 20 de agosto de 1847, un edificio religioso de Coyoacán, el convento de Churubusco, fue el escenario de la batalla entre los ejércitos norteamericano y mexicano, una de las gestas más célebres en la defensa de la soberanía nacional.

Imagen: Batalla de Churubusco en 1847. Fotografía de Casasola.

Hoy en día, cuando visitamos Coyoacán, llama la atención la existencia de hermosas edificaciones coloniales en que habitaron personajes destacados de la cultura mexicana, como es el caso de la llamada Casa de Alvarado, en que habitaron la arqueóloga Celia Nutall, precursora de la investigación arqueológica en México y, en otro momento, el célebre escritor Octavio Paz.

O bien la casa del escritor Francisco Sosa, famosa por las tertulias de intelectuales que organizaba en su domicilio o la casa del actor y director de cine, Emilio “el Indio” Fernández, quien realizara algunas de la películas más destacadas de la época de oro del cine mexicano, en las que presentaba con crudeza inaudita la dramática situación de los campesinos indígenas.

Imagen: Casa Alvarado, actual sede de la Fonoteca Nacional. Pero seguramente el sitio más famoso de Coyoacán es la Casa Azul, que habitaron Frida Kahlo y Diego Rivera entre 1929 y 1954, hoy en día convertida en museo que exhibe testimonios íntimos de la vida de esta pareja, cuya actividad artística y política influyó poderosamente en la formación de una identidad indígena y mestiza en los ciudadanos de México.

Otro de los motivos de orgullo de esta población es sin duda la Ciudad Universitaria, edificada entre los años de 1949 y 1952, conjunto monumental ejemplar del siglo XX que integra el urbanismo, la arquitectura, la ingeniería, el paisajismo y las bellas artes, asociando estos elementos con las tradiciones locales y el pasado prehispánico, lo que le valió ser reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Imagen: Vista aérea de Ciudad Universitaria. Pero tal vez lo que más atractivo resulta para los mexicanos y extranjeros que la visitamos, es el espíritu provinciano y la tranquilidad que aún caracteriza a calles, plazas y callejones de Coyoacán, en donde podemos encontrar lo mismo un kiosko rodeado de palomas que son el deleite de los niños pequeños, que un mercado de barrio con establecimientos para degustar alimentos, una plaza en la que se baila danzón los fines de semana, y una variedad de cafés y restaurantes, bares y heladerías.

Un barrio cultural

Adicionalmente, Coyoacán ofrece una vida cultural intensa, al contar con algunas de las mejores librerías en arte, letras y ciencias sociales, además de museos de arte e historia, foros culturales y el Centro Nacional de las Artes, que cuenta con una oferta cultural múltiple y diversa.

Mi sugerencia al concluir este artículo es que los habitantes de esta megalópolis debemos de ceder ante los encantos de este barrio antiguo de nuestra ciudad, disponiéndonos a pasar un día con nuestros amigos o familia en este espléndido barrio histórico del sur de la ciudad.

Imagen: Centro Nacional de las Artes

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Crónicas y relatos de México: Coyoacán. Narrado por Ángeles González Gamio. (Disponible en Youtube).